Cruzada finalización de territorio del planeta
que olvidó cualquier circunstancia que no olía
más que a su ser, su sombra, su ausencia
o cualquier otra circunstancia que no mantenga su particularidad sincera
materializada en tres granos de arroz
colocados en disposición de antifaz oculto tras fantasmagóricas
experiencias ensimismadas detrás de un reloj verdoso
en azúcares saturados de simple silencio, sacarosa asesina ¡sabrosa!
que no olvida picores enigmáticos en dichos fundados
en tres casos de prismas curtidos.