Crucigrama quemado

Como no fumo, enciendo un crucigrama
lo prendo por una esquina 
y se van consumiendo entre llamas las palabras nunca escritas
las que no se dijeron
se van extendiendo las dudas por el papel
y las definiciones se ven ennegrecidas, reducidas a cenizas
y todo pierde su significado.
El olor a papel quemado me recuerda al de tu ausencia,
a esas palabras perdidas
entre el gélido calor de la distancia,
cuando lo homónimo estalla contra sí mismo
y se confunde entre humo, ya no hay papel donde escribir,
donde resolver definiciones que no existen.
¡oh, crucigrama perdido, crucigrama quemado en fuego abrazador!
¿quién podrá resolverte?
Mi pequeña biblioteca de Alejandría, quisiera tenerte.
Y cuando creo todo perdido,
encuentro pequeños trozos de papel, chamuscados
que intento recomponer.

Un trato es un trato

A mi me maltrata la soledad, el ansia,
el temor y la nada,
me maltrata livianamente
me deja sin los golpes de realidad que toda alma necesita,
me maltrata suavemente el vacío,
el silencio,
el grito que tan solo queda en murmullo,
en resumen
ni siquiera tengo quien me maltrate
y con ello me maltrato a mí mismo.

Muro

A abuela

Contradicción dialéctica entre ser y no ser
resoluta en nihilismo
barullo silencioso entre escombros feroces,
desorden de vacíos que generan un campo de atracción
fatal, hiriente, silbando cual daga de hilo entre los oídos,
paso del Rubicón hasta el desenlace,
litros y litros de agua precipitándose en cascada al abismo
siendo la cumbre, la cima, ya no más que un grito leano
invisible en la perenne bruma.

Muro, gran muro infranqueable, irrompible,
tras el cual no hay nada, ni siquiera vacío,
pero soñamos el imposible de traspasarlo
mientras recuerdos van taladrando cerebro y médula espinal
y no queda a nadie a quien preguntar,
tan sólo vacío,
vacío de acá, a este lado del muro.

Postmodernismo

Se acercó un postmoderno
con la cara toda deconstruída
por los golpes que recibió de la realidad:

Se montón en un barco
postestructuralista, sin armazón
que pagó al contado
lo vio en Internet, si, en Amazón.

Ahogado
en los mares de la postmodernidad liquida
vino a rescatarlo
una balsa de madera, toda material.

Nunca pudo comprender
quién construyo la balsa
nunca pudo saber
que la hizo un ser humano, como él.

Sangre digital

Sangre en formato digital
mana entre las rocas enverdecidas
queriendo suspirar las voces
que llueven llenando los charcos
nuevo diluvio postmoderno
en que sólo unos privilegiados Noés
navegan en cruceros con derecho de admisión.

Negación

Negarse a uno mismo como medio de llegar a la afirmación. El individuo es un elemento opresivo para-con sí mismo, por lo que en su realización, la persona precisa de dejar de ser sí misma. De ahí que la persona, formada por el contexto y la colectividad, deba tener un proyecto colectivo, transformador de la realidad. La misma idea puede aplicarse al terreno de las relaciones sentimentales, negarse a sí mismo en otra persona, sólo que cuando no es correspondida, tal negación no es posible, entra en vacío, vuelve el propio individuo a hacernos presos de nosotros mismos.
Ahora bien... el expresarse ¿es una afirmación o una negación? ¿acaso no implica el salirnos de nosotros mismos para volverse esa salida en afirmación?

Evidentemente, cualquier intento de poder, de dominación, sobre otras personas, no entraría dentro de la afirmación por medio de la negación, es lo contrario, una forma violenta coactiva que afirma lo propio negando a los demás, el egoísmo.