Compro un surtido de todas las pesadillas,
azules, verdes y marrones,
de todos los colores,
para tomar a cualquier hora y de rodillas,
para disfrutar en sus rincones,
y conocer sus olores.
Reconocerás el olor del miedo,
miedo a perderlo todo,
la vida, el amor, el trabajo,
la casa donde te arrodillas,
conocerás el olor del látigo,
este más invisible,
que si no lo conoces,
rogarás por tener un amo.
Conocerás la sed,
la sed de justicia,
la garganta seca en el desierto,
desolado paisaje polvoriento
animado por luces de neón
- Las Vegas en pleno desierto -
calima diaria en un mundo amarillento,
delicias de la estepa.
Delicia sadomasoquista,
no hay quién se resista,
a los sabores, a los olores,
a este surtido de polvorones,
polvorones veraniegos.
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