Fuerza del manuscrito y
la profecía
que anunciaba desasosiego en el futuro
fue quemando poco lo ya descrito
dibujando esperanzas en lo nuevo por llegar
Se terminará el morir en este limbo
sin el hogar que falta bajo cielos impecables
el nihilismo se disuelve cual sólido en líquido
y la certeza llena de dudas acompaña en el viaje
Niños de la comba
si la tierra pesa
qué hará el pasado intermitente en su belleza
Niños de la comba
si la cintura cesa
qué hará la frente oscura interminable en aspereza
Pasados fuertes como eclipses de oreja
suponen avasallar los cimientos del clavel
formateado el maleables dentaduras
dictadas en crisantemos de oropel.
Y es que llegó la hora de reinventar lo ya inventado
lo de siempre, pero necesario como la miel
planetas horizontales fecundos
inmersos en la simbiosis del filamento del ser.
Niños de la comba
si la tierra pesa
qué hará el pasado intermitente en su belleza
Niños de la comba
si la cintura cesa
qué hará la frente oscura interminable en aspereza.
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