En busca inmaterial
de los surcos luminosos
se hace grávido espantoso
el solipsismo local,
lo que dije fue real
en días nacidos muertos
cubrirían mi tormento
si no fuera suave el traje
igual dulce que salvaje
adormecido por cuentos.
El caso es que yo no fui
jamás monstruo de dos ruedas
y yo espera que te espera
y me quedé cuando huí
siendo sólido fluí
hasta quedarme estancado
por sentirme acobardado
siendo objeto de otros dueños
en vez de hundirme en mis sueños
como ya había acordado.
Hay quien diga ¡pues es fácil!
cuando se ve desde el piso,
pero desde ahora aviso
mi paso nunca fue grácil,
y nombro ahora a Dácil
sólo por encontrar rima
que este verso da hasta grima
forzado y hasta pedante
sólo digo en este instante
que a veces me siento frágil.
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