El pasado nunca fue a visitarme
tan sólo me regodeé en sus restos,
una breve señal, fugaces gestos
dejándome ya solo en mi desarme.
Yo remonté la jugada al quejarme,
todos mis fantasmas corrieron prestos,
los peores en los primeros puestos,
cruel carrera que pude imaginarme.
- Todo esto me resulta artificioso -
dijo tenue la voz de la locura,
y nos encarceló en mi reposo.
Así ando, en la soledad más pura
me acompaño de mis propios despojos
acurrucándome entre la espesura.
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