lunes, agosto 12, 2013

Es la manera (seguidillas)

Es la manera
de ensordecerme
esperando a que llueva
y guarecerme

y guarecerme
de tanto plomo
tras la fechada puerta
de un roto pomo.

De un roto pomo
naide traspasa,
espero con encono
ninguna casa.

Ninguna casa
clamar pudiera
este olor a desgracias
sin primaveras

sin primaveras
en malos tiempos
no hay ser que mereciera
perder aliento

perder aliento
en todo el año,
ya hasta falta alimento
grande es el daño

grande es el daño,
la plusvalía,
el abuso, el engaño,
la porquería,

la porquería,
resignación,
mañana y todavía,
humillación,

humillación,
fatalidades
por encima de nuestras
"posiblidades"

"posiblidades"
que viven ellos,
que manejan empresas
y el gran imperio.

El gran imperio
del sinsentido
mientras recorre el mundo
un gran aullido.

Un gran aullido
jamás se plasma,
¡que vuelva a recorrerlo
nuestro fantasma!

Nuestro fantasma
(el que recorre),
que se vuelvan potables
aguas salobres.

Atanausú

Atanausú,
la rebeldía de quien no se deja dominar,
canto insumiso que la tierra entona
para hacer frente al viento arrasador.

Atanausú, 
desde la fortaleza, corazón de la isla
resistencia ante la agresión imperialista
símbolo de la isleña rebeldía.

Atanausú,
tu hambre fue el hambre de los pueblos del mundo,
grito anticolonial, mantequilla del pueblo.
Benahoare viva en la mente.

Atanausú,
que reviva tu recuerdo
para luchar hoy. 






domingo, agosto 04, 2013

Espada atravesando la mente.

Dolor, angustia,
crucificado como una espada atravesando la mente,
el cielo a su paso maltrata, jubiloso,
cada despertar, soledad,
gritos que rebotan en las paredes sin ser jamás escuchados,
incomprensión y desazón,
la sal que esculpe los más terroríficos seres,
ingenuos, que en lo que fue lodo, petrificado por el sol,
ya todo movimiento es imposible, sólido,
ahogado entre el propio oxígeno que nos hace vivir.

sábado, agosto 03, 2013

Y uno no sabe...

Me busca el corazón
a dar vueltas y vueltas
en ejército de locos
que no encuentra acomodo
a la vera de la razón

y es que está dormida
sin emprender la huida
en una dulce telaraña
con sabor a miel de caña
sin despertarse la pasión

y uno no sabe si es mejor navegar
en la placidez de una sonrisa
o si volar con fuerza frente a la brisa
y arriesgar el planeta, con tal de poder soñar.