domingo, enero 15, 2012

Panfleto nº 1.

La infamia día a día se convierte en la norma
el idiotismo aplaudido como lo sano, común,
la gente normal, la infame gente normal,
alienada, sin brusquedades, el día a día,
que jamás disparará contra el culpable,
que jamás lo mirará como culpable,
la ignorancia elevada a ciencia
y los postmodernos legitimando la ignorancia
en sus supuestas transgresiones que sólo liberan las ansias burguesas.

No busco ser aplaudido
y esto ni siquiera es un poema,
ni terapia personal contra la rabia acumulada,
pero o luchamos ya
o no habrá ni manos con las que luchar.

(ni barrer)


Arroz amarillo


Vuelta de tuerca que se enrosca en la verticalidad
horizontal de la simiente convidatoria
enarbolada por dualidades unívocas.

De pieles y silencio
en la lente que registra las nubes
(ausentes en un día de calima).

Es necesario romper,
y seguir cayendo por un/el precipio,
al menos el suelo es mullido,
como los leones.

O tal vez simplemente es que hoy es domingo,
si al final va a ser eso.

miércoles, enero 11, 2012

Estatua

Es más sano el diáfano cielo
que el tortuoso camino de piedras picudas,
la espalda deslizándose hacia los hombros del mar
que agujas gritando con agudos chirridos silenciosos,
la nube que líneas de luz atravesando los oídos.

Pero cuando en la paz miro alrededor y veo el silencio angustiado
me quedo convertido en estatua que espera poder vivir.

martes, enero 10, 2012

Yo también.

Me dijeron "¿Cómo que eres comunista? ¿pero en qué año naciste?" - 1985 - "¿y cómo naciendo en 1985 eres comunista? Si eso es algo de otra época, me parece un anacronismo, estás viviendo en el pasado" ..

Lo dicho, la gente es estúpida.

Es como si a un esclavo del imperio romano que buscaba el fin de la esclavitud en el año 100 d.C. le hubiesen dicho - Pero vamos a ver, estás viviendo en el pasado ¿qué te crees? ¿que vives en época de Espartaco?


domingo, enero 08, 2012

Surgiendo entre la brecha.

Surgiendo entre la brecha
apaciblemente de dibuja la difuminación
exacta, quizás, esbozo de endecha
en los contornos de indecisión.

Cual dibujo al carboncillo en servilleta de papel,
cual repisa reposada, sumisa, vulnerable
acurrucado lejos en el letargo de la miel
colocando algodones blancos en los filos del sable.

Cumbre mecánica.

La cumbre mecánica no era lo que yo buscaba,
en realidad era una mala copia,
no tenía ni la brisa escurriéndose entre sus muslos verdes.

Yo quería la cumbre,
no el metálico engendro artificial,
yo quería la cumbre aún roída por carreteras,
al fin y al cabo,
seguía siéndola.

La cumbre mecánica no era lo que yo buscaba.

Centro comercial

Perdido en unos grandes almacenes
ví vender el alma de millones de seres,
expuestos seres humanos en las estanterías
donde trataban de venderte miles de tonterías.

Perdido en unos grandes almacenes
no sabía si yo compraba o me compraban a mí
perdido en la inhóspita rutina que quieren
y uno no sabe el pasillo por donde huir.

Perdido, sin rumbo, y en el nodo,
todo da vueltas alrededor,
entre cajas de detergentes vueltas lodo
- ¿buscaba algo? - pregunta un señor.

Con trajes de presidiario colocaban la mercancía
o pasaban pip-pip por la caja registradora,
presos atados a la estantería
todo da vueltas cual lavadora.

viernes, enero 06, 2012

Aplauso



El pueblo muere todos los días acribillado en televisión
y compra entradas para ver en vivo y en directo su propio asesinato.

Una vez terminada la función, con bolsa de cotufas en la mano,
comienza a despotricar contra el otro,
y alabar al tan buen director que hizo el enésimo remake de Holliwood.

En la sala de al lado regalaban las llaves con las que quitar la cadena que arrastran a los pies,
pero era una película muy aburrida y para gente rara.
Nadie fue a verla. Tan sólo un señor que al día siguente, en sesión de tarde, fue acusado de terrorismo. Y la gente aplaudió:

- ¡Qué buena la policía que trabaja por la cultura y nuestro cine!

Que seas tú.

No te quiero culpar a ti del dolor que me aflige
ni de la cortina, densa, o qué quiera que sea
que me impide llegar a tu persona.

No te quiero culpar, porque quizás sea cosa mía,
aunque no, no es a mi a quien quiero adorar
ni eres un simple pretexto para curar mi soledad.

Pero ante este dolor que me causo,
ante este látigo que me flagela
sólo (porfi) te pido:

Que seas tú la que empuñe el puñal
que clava en mi alma.

Que seas tú la que me lance al vacío
del océano sin fin.

Que seas tú la que, jamás en silencio,
acuda a organizar mi lapidación.

Que seas tú quien, con látigo de petalos de flor de viento
me flagele hasta caer.

Que seas tú la que me mate.

domingo, enero 01, 2012

Desconcierto de Año Nuevo

Búsqueda, trapecio,
aridez en la espalda.
Intrépido interrogatorio sin respuesta,
mientras los astros se conjugan en verbos mudos
en la orden inhóspita de los lindos campos
donde sólo hay sembrada incertidumbre
regadas por la angustiada ansia
en un inmenso y llano paraje desierto.