viernes, enero 06, 2012

Que seas tú.

No te quiero culpar a ti del dolor que me aflige
ni de la cortina, densa, o qué quiera que sea
que me impide llegar a tu persona.

No te quiero culpar, porque quizás sea cosa mía,
aunque no, no es a mi a quien quiero adorar
ni eres un simple pretexto para curar mi soledad.

Pero ante este dolor que me causo,
ante este látigo que me flagela
sólo (porfi) te pido:

Que seas tú la que empuñe el puñal
que clava en mi alma.

Que seas tú la que me lance al vacío
del océano sin fin.

Que seas tú la que, jamás en silencio,
acuda a organizar mi lapidación.

Que seas tú quien, con látigo de petalos de flor de viento
me flagele hasta caer.

Que seas tú la que me mate.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No hay nadie que muera de amor
se sufre se llora pero se olvida

Abaceloy.