sábado, octubre 06, 2012

Mantengo, confirmo

se me va la cabeza, discurro, mantengo equilibrios precarios cuando voy en tierra firme,
tropiezo en arena cayendo al cielo de espaldas:
Mantengo:
confirmo...

Prosigo,
entretengo cada sarcófago de mi sed,
limpio el crucigrama,
afecto a la frecuencia con que elimino
cualquier falacia,
cuando más clarividente más sumido en la confusión,
humo, neblina que oculta el paisaje

Décimas hipotecadas


Andamos sobre el trapecio
sujetos por hilo fino,
manejan nuestro destino
y trafican con comercio.
Merecen todo el desprecio
esos seres tan cochinos
de hálito casi divino
de lujos y caros precios,
disfrutan muy bien los necios
y sufrimos los vecinos.

Nuestras almas son vendidas
en la sucursal bancaria,
hipotecas planetarias
que cercenan nuestra vida.
Amañada la partida
aunque sea innecesaria,
perdemos siempre los parias.
La injusticia no se olvida:
la batalla no es perdida
¡Viva clase proletaria!

Nos atan de pies y manos
con la excusa de la crisis
¡Por Dios y también por Isis!
No creo que nos merezcamos,
unámonos como hermanos,
pero no con los burgueses,
policías ni cipreses
que pueblan los cementerios,
hay que andar con buen criterio,
no olvidar como los peces.