lunes, junio 25, 2012

¿Libertad o crucifixión?

Serías tú el lugar donde negarme, perderme,
esquivar mi persona,
hundirme, ahogarme y acurrucarme.

Serías tú el país que quiero recorrer
allí nacionalizarme 
tras hacerme apátrida por momentos,
y encontrarte a tí
como si fueras una paisana.

Serías tú el lugar donde negarme,
pero si me niegas,
entonces vuelve con virulencia el yo
y me atraviesa con una estaca el pecho
terminando crucificado, contemplativo
mientras te alejas por una polvorienta carretera.  


lunes, junio 11, 2012

Rescátame o apriétame más fuerte.

Quiero que me rescates tú
de la angustia y el pozo en el que estoy sumido,
quiero que me rescates tú
y no los burgueses ladrones de futuro perdido,
quiero que me rescates tú
y me eleves al territorio del sueño,
quiero que me rescates tú
y no los que trafican con la sangre del pueblo,
quiero que me rescates tú
de los grilletes de la soledad que duelen ya en los tobillos,
quiero que me rescates tú
y no los fachas y reencarnaciones del caudillo,
quiero que rescates tú
y rellenes el hueco que se encuentra en mi espalda,
quiero que me rescates tú
y no la oligarquía, que se vaya, que ya salga,
quiero que me rescates tú
a mí que soy achicaxna y no mencey,
quiero que me rescates tú
y no los emperadores del IV Reich,
quiero que me rescates tú
cuando el miedo me aterra en la esquina,
quiero que me rescate tú
y para los mandamases jarabe de guillotina,
quiero que me salves tú,
pero, ¡por dios! no en el Sálvame Deluxe,
quiero que me rescates tú
no te quiero molestar, permite que me excuse,
quiero que me rescates tú
en este asco de sociedad asqueada,
quiero que me rescates tú
para luchar con mis fuerzas deseadas.

Tiempos de angustia y desazón,
en que quienes nos clavan pies y manos
dicen estarnos rescatando,
mientras vivo lejos de tu pezón.

Podría huir, de tantos rescates,
de tanta idiotez,
a otro planeta ante un panorama desolador,
pero antes que huir,
prefiero que me rescates tú,
pero rescátame.

sábado, junio 09, 2012

Mirápodos (pluma blindada)

Cuentan que la mistura mexicana de los miriápodos
se revolvió en su tumba
cual esqueleto blanco en el árido picón
cables brumosos, pluma blindada,
lunares lineales en lentitud luminosa.

Ahogado, en agudo sonreír apenas
fugaz cual espejo que no devuelve la imagen propia
sino la otra, la anhelada, sólo un momento,
y ya nada, tropiezo, carcasa cúbica gris,
electrónico Pegaso cual mensajero del destino,
cual funcionario del circuito,
cual papel ordinario,
cual mensajero - de nuevo - que sentencia, sublime, la imposibilidad de verte junto a mi dolor.





Canto al silencio

I

Silencio, llévame contigo,
pero no dejes de hablar jamás.


II
No mantenía su hecatombe en la cabeza,
sino en la barriga, blanda, vulnerable, siempre
que habló, pero nunca fue oída
en hielo de oreja a oreja, ojos crisálidas
líquido bebido viscoso, sin condimento.


III

El problema fue que no caminé directo hacia ti,
sino en diferido.

viernes, junio 08, 2012

Licuadora

El coleóptero rugoso anima en mi ansiedad
en frío ánimo descenciendo en su espada
cortante como el frío del vacío, borde del precipio
helado vértigo en el piso limpio y fregado con lejía.

Sentenció un juez meditando, letra a letra,
su puñal en vocabularios de lámparas,
yendo luego a dormir, preso de la duda,
en sus tropiezos, trenzas del pelo, sencillamente
¿a dónde irá el miedo?