Cataclismo fácil de adivinar
que me saluda
sufriente en la ventana mágica
del silencio
fruto del permanente reflejo
en los cristales
desibujado sin nunca verse
sin disfraces.
Cataclismo fácil de adivinar
que me saluda
sufriente en la ventana mágica
del silencio
fruto del permanente reflejo
en los cristales
desibujado sin nunca verse
sin disfraces.
Hace falta tener la certeza de que todo va a dir bien
hace falta tener la certeza de que el mal va tener final
hace falta saber que aún es posible la revolución
hacer falta saber, hace falta saber, hace falta creer.
Frente a un ambiente podrido de odio
la estupidez se cierne como un monstruo brutal
se hace precisa una nueva esperanza
de un mundo mejor que pueda llegar.
Contémplame cómoda, teatral, has irisado
siamesa, has conquistado lo félido.
Contémplame cómoda, teatral, has irisado
en tu vibrar porcelana, estelas y munición amoral.
"Vomitarás" - declamé en aquelarre de diabetes,
naftalina tensaba y tú ironizaste una miaja.
Hazme deambular encorvado
en tu larvado campanillear.
Falta la contundencia de la duda
las campanas usureras
el formato elíptico de la bisectriz,
la fuerza del cantante,
los Chorros de Epina,
el encanto, el mambo,
pero quizás ante tanta falta,
hay un airito que regresa,
el rumor que se vuelve mar,
volvemos a vernos la caras,
los ojos, las espaldas,
en esta tierra donde tanto falta
y por eso nos hacemos falta.
(tac-tac-tac tactac)
Las sombras clásicas
se esconden de la brisa
el susurro estático
ni repica ni está en misa.
La explosión recíproca
no encuentra eco y se queda sola
cuando esperábamos continuación
la canción no tenía coda
y todo se vuelve cíclico
estático, en visión sólida
de cimientos con espinas
donde se disuelve lo mírito.